170. Casa Paredes-Saavedra
La Casa Palacio Paredes-Saavedra es una fortaleza urbana de reducido tamaño situada dentro del recinto amurallado de la ciudad de Cáceres. Construida entre los siglos XV y XVI se organiza en tres plantas, en torno a un pequeño atrio asimétrico interior, y cuenta con un patio en su parte posterior. La casa es resultado de una concatenación de espacios construidos en distintas épocas; una concatenación que ha ido conformando una organización asimétrica de muros de carga estructurales -su torre, desmochada en tiempos de los Reyes Católicos, puede ser considerada como un elemento significativo de la arquitectura civil cacereña-.
La reforma de esta casa palacio se realiza para alojar once habitaciones, complemento de las catorce existentes en el del Hotel Atrio Relais Chateaux. Las nuevas habitaciones se adaptan de diferente forma a los espacios existentes en el edificio, tratando siempre de sacar el máximo partido a éstos así como a sus condiciones específicas.
La intervención se basa en el respeto a la estructura existente, incorporando una arquitectura contemporánea de madera que vaya cubriendo sus superficies como una vestimenta interior: en planta baja, mediante bóvedas encamonadas de madera; y en plantas superiores mediante artesonados, también de madera.
La reforma define con claridad una sucesión de espacios en diagonal que discurren desde la calle Ancha a la calle San Pedro: el zaguán abovedado -en el que se ha incluido una obra (site-specific) del artista José Pedro Croft-; el atrio asimétrico -con una sucesión de bóvedas de ladrillo que se apoyan sobre dos columnas dóricas-; y el patio exterior ajardinado, con una pequeña alberca.
Para mejorar el perfil de la ciudad, especialmente en la calle Ancha, se complementa la intervención con el recrecido de la torre. La reforma y rehabilitación de la Casa Palacio Paredes-Saavedra trata de pensar la ciudad desde los presupuestos que la hicieron posible, si bien, imaginando cómo esto podría ser llevado a cabo en nuestra época.
La reforma propone una intervención respetuosa con el carácter del lugar, y que conviva con su entorno con dignidad, tradición y contemporaneidad.